REPÚBLICA
Es un sistema político que se fundamenta en el imperio de la ley y la igualdad ante la ley como la forma de frenar los posibles abusos de las personas que tienen mayor poder, del gobierno y de las mayorías, con el objeto de proteger los derechos fundamentales y las libertades civiles de los ciudadanos, de los que no puede sustraerse nunca un gobierno legítimo. A su vez la república escoge a quienes han de gobernar mediante la representación de toda su estructura mediante el derecho a voto. El electorado constituye la raíz última de su legitimidad y soberanía.
La República alimenta a sus hijos y les instruye. Pintura de Honoré Daumier, 1848. |
Los pilares fundamentales de la República
Los tres pilares fundamentales de la República según Aristóteles son:
- La división de poderes y su control recíproco.
- La participación política activa por parte de los ciudadanos
- La representación de todas las clases sociales dentro de las instituciones de gobierno con iguales atribuciones y prevalencia de ninguna.
Es necesario considerar que para Aristóteles los fines supremos de las formas de gobierno deben ser:
- La libertad-igualdad ("solo somos libres entre iguales" [consideración griega de la época])
- La realización de la justicia y del bien común.
De esto se advierte que si sólo somos libres entre iguales no puede haber una clase gobernante, deben gobernar todas por igual.
Marx va más allá advirtiendo además que: habiendo elementos (individuos y/o clases) económicamente diferentes unos intentan superponerse sobre otros, estando rota, bajo dicho supuesto, la relación de igualdad de unos elementos para con los demás y por lo tanto la de libertad.
* Repúblicas Laicistas
Muchas veces, las revoluciones que han propiciado el cambio de Monarquía a República han sido altamente laicistas, lo que en ocasiones ha despertado un importante sentimiento anticlerical a raíz del apoyo y el simbolismo que algunas confesiones religiosas como el catolicismo han prestado al Antiguo Régimen, o por su estrecha vinculación con las oligarquías, así como el papel eminentemente reaccionario que las jerarquías eclesiásticas han tendido a desempeñar en su complicidad o defensa activa del orden establecido. En los casos de mayor exacerbación, o de mayor acumulación histórica de frustración y sufrimiento por parte de las clases populares y oprimidas, a raíz del statu quo, esto ha llegado a provocar quemas de iglesias, persecución de religiosos y destrucción de arte sacro, etc. Casos de ello se dieron en Francia, durante la revolución francesa, o en algunas revoluciones socialistas, como las que dieron paso a las distintas Repúblicas de la Unión Soviética (algunas de corta duración), así como las de Vietnam, Corea del Norte, China, México o la inconclusa Revolución social española de 1936, que tiene lugar en el seno de la II República tras el frustrado golpe de Estado fascista, por parte de los militares sublevados, que dio lugar al estallido de la Guerra Civil, siendo los intentos o afiliaciones revolucionarias duramente reprimidas desde el bando sublevado. Aunque también la imposición de monarquías o estados totalitarios han fomentado en ocasiones la persecución o ataque a minorías religiosas como a los judíos, o a los cristianos en el Japón Tokugawa, o han legitimado su poder en la religión, como la dictadura de carácter fascista del General Francisco Franco y su nacionalcatolicismo.
* Repúblicas confesionales
Si bien es cierto que muchas veces se ha esgrimido el sentimiento anti-religioso para favorecer la implantación de un régimen republicano, otras tantas veces, ha sido al revés, se ha utilizado un sentimiento religioso (en ocasiones, incluso fundamentalista, con idéntico objetivo.
El sentimiento religioso jugó un importante papel, por ejemplo, en el derrocamiento del Régimen del Sah en Irán, que fue substituido por una república dirigida por los líderes espirituales islámicos, los ayatolás. De hecho, Irán tiene como nomenclatura oficial la de República Islámica de Irán.
Algunos países se han organizado como una república, para establecer una religión estatal en su constitución. El ejemplo más evidente es el de las República Islámicas, aunque no son las únicas, lo mismo sucede el polo opuesto, en el Estado de Israel.
En el Renacimiento
Durante el Renacimiento se fomentó la revisión del mundo antiguo, no sólo de su arte, sino también de su cultura, de su pensamiento político y de su literatura y, la mayoría de los pocos escritos que lograron sobrevivir a la Edad Media fueron traducidos. Entre estos los que hacían referencia a las Repúblicas de la Antigüedad que fueron rebautizadas como Repúblicas clásicas.
La filosofía renacentista vio en la república una especie de Estado ideal y los Estados que surgieron en ese periodo como Países Bajos adoptaron esta forma de organización política. Aunque más que los ideales republicanos, pesó en su decisión su sentimiento anticatólico (por ello, se autodenominaron República Protestante de los Países Bajos) y el hecho de que no encontraron a ningún candidato que les convenciese como monarca.
En Europa Central fue la república, aristocrática federal formada en 1569 por el Reino de Polonia y el Gran Ducado de Lituania. República de las Dos Naciones duró hasta las reparticiones de Polonia en 1795.
Durante el período barroco se inició con el mundo antiguo, no sobre arte sino de una cultura polifonica, y pensamientos filosóficos.
* Repúblicas confesionales
Si bien es cierto que muchas veces se ha esgrimido el sentimiento anti-religioso para favorecer la implantación de un régimen republicano, otras tantas veces, ha sido al revés, se ha utilizado un sentimiento religioso (en ocasiones, incluso fundamentalista, con idéntico objetivo.
El sentimiento religioso jugó un importante papel, por ejemplo, en el derrocamiento del Régimen del Sah en Irán, que fue substituido por una república dirigida por los líderes espirituales islámicos, los ayatolás. De hecho, Irán tiene como nomenclatura oficial la de República Islámica de Irán.
Algunos países se han organizado como una república, para establecer una religión estatal en su constitución. El ejemplo más evidente es el de las República Islámicas, aunque no son las únicas, lo mismo sucede el polo opuesto, en el Estado de Israel.
En el Renacimiento
Durante el Renacimiento se fomentó la revisión del mundo antiguo, no sólo de su arte, sino también de su cultura, de su pensamiento político y de su literatura y, la mayoría de los pocos escritos que lograron sobrevivir a la Edad Media fueron traducidos. Entre estos los que hacían referencia a las Repúblicas de la Antigüedad que fueron rebautizadas como Repúblicas clásicas.
La filosofía renacentista vio en la república una especie de Estado ideal y los Estados que surgieron en ese periodo como Países Bajos adoptaron esta forma de organización política. Aunque más que los ideales republicanos, pesó en su decisión su sentimiento anticatólico (por ello, se autodenominaron República Protestante de los Países Bajos) y el hecho de que no encontraron a ningún candidato que les convenciese como monarca.
En Europa Central fue la república, aristocrática federal formada en 1569 por el Reino de Polonia y el Gran Ducado de Lituania. República de las Dos Naciones duró hasta las reparticiones de Polonia en 1795.
Durante el período barroco se inició con el mundo antiguo, no sobre arte sino de una cultura polifonica, y pensamientos filosóficos.
El pensamiento político de Nicolás Maquiavelo
Busto de Maquiavelo. |
Aunque Maquiavelo nunca lo dijo, se le atribuye la frase "el fin justifica los medios", ya que resume muchas de sus ideas.
Se considera a Maquiavelo como uno de los teóricos políticos más notables del Renacimiento, pues con su aporte se abre camino a la modernidad en su concepción política y a la reestructuración social.
Tradicionalmente, se ha encontrado una aporía en el pensamiento maquiaveliano como consecuencia de la difícil conciliación de sus dos obras principales, los Discursos sobre la primera década de Tito Livio y El príncipe.
En los Discursos, Maquiavelo se declara partidario de la república, partiendo del supuesto de que toda comunidad tiene dos espíritus contrapuestos: el del pueblo y el de los grandes (que quieren gobernar al pueblo), que están en constante conflicto. Para Maquiavelo el mejor régimen es una República bien organizada (toma como ejemplo la República Romana), aquella que logre dar participación a los dos partidos de la comunidad para de esta manera contener el conflicto político dentro de la esfera pública.
Maquiavelo señala, y de aquí la calificación de bien organizada, que es primordial que en dicha república se disponga de las instituciones necesarias para canalizar el conflicto dentro de las mismas sin las cuales la república se desarmaría. Ninguna de las otras formas de gobierno como la aristocracia, la tiranía, la democracia o la monarquía logran el equilibrio de los partidos dentro del régimen por lo que son inestables.
Los intérpretes proclives a las tesis republicanas han pretendido, desde Rousseau, conciliar la contradicción entre los Discursos y El príncipe considerando que este último supone un ejercicio de ironía que sencillamente desnudaba a la luz pública lo que eran las verdaderas prácticas del poder.
Sin embargo, la oposición a la república que podría inferirse en El príncipe, debe tenerse en cuenta que cuando Maquiavelo lo escribe está escribiendo para mostrar a Lorenzo II de Médici como debe desempeñarse si es que quiere unificar Italia y sacarla de la crisis en la que se encuentra. Maquiavelo aclara también que puede existir un hombre cuya virtud política (saber aprovechar los momentos de fortuna y escapar de los desfavorables) supere a la república en conjunto pero dicha virtud política morirá con el mortal que la posea, cosa que no ocurriría en una república bien organizada.
Estatua de Maquiavelo en la Galería Uffizi. |
Además de esto, debe recordarse que el Príncipe presenta analogías con la figura romana y republicana del dictador, investido de poderes absolutos durante un breve período y teniendo que rendir cuentas posteriormente ante la república. En este sentido, la contradicción entre los dos textos principales de Maquiavelo no es tal. Si es así, entonces el principado y la república deberían ser entendidos como formas de gobierno subordinadas a la auténtica preocupación política de Maquiavelo: la formación de un Estado moderno en la Italia de su tiempo.
Maquiavelo entiende que todo Príncipe debe tener virtud y fortuna para subir al poder: virtud al tomar buenas decisiones y fortuna al tratar de conquistar un territorio y encontrarse con una situación (que no fue provocada por él mismo) que lo ayuda o beneficie conquistar. Aquel príncipe que obtenga el poder mediante el crimen y el maltrato, siendo éste vil y déspota; debe entender que una vez subido al poder tiene que cambiar esa actitud hacia el pueblo. Dándole liberio al pueblo, para ganarse el favor del mismo, ya que al fin y al cabo estos serán los que decidan su futuro.
Maquiavelo fue además un auténtico precursor del trabajo de los analistas políticos y columnistas de nuestros días: “todos estos príncipes nuestros tienen un propósito, y puesto que nos es imposible conocer sus secretos, nos vemos obligados en parte a inferirlo de las palabras y los actos que cumplen, y en parte a imaginarlo” (carta a Francesco Vettori, julio de 1513).
En todo caso, distintos textos del pensador arrojan luces y sombras sobre la coherencia interna de su obra. Así, el florentino llega a afirmar no sin ironía que "desde hace un tiempo a esta parte, yo no digo nunca lo que creo, ni creo nunca lo que digo, y si se me escapa alguna verdad de vez en cuando, la escondo entre tantas mentiras, que es difícil reconocerla” (carta a Francesco Guicciardini, mayo de 1521).
ᐈ Play The Best Casino Sites for Real Money in India
ResponderEliminarLooking for a complete list luckyclub of The Best Online Casino sites for Indian players? We have listed the best Indian gambling sites for you.